Hace aproximadamente un año atrás la oficina estaba realizando uno de los trabajos más retadores de nuestra cartera de clientes: el reforzamiento estructural del edificio del INS La Merced. Hoy, es un proyecto concluido satisfactoriamente, que nos deja complacidos.

Para retomar su estado actual, no podemos obviar datos trascendentales como que este edificio es Patrimonio Histórico Arquitectónico de Costa Rica y como tal, las intervenciones estructurales se enfocan desde un reto más: resguardar los elementos emblemáticos de su estilo Art Decó. Uno de los pocos edificios de esta corriente arquitectónica que quedan en el país.

Desde el arranque del proyecto, la intervención de Guidi Estructurales estaba basada en determinar la vulnerabilidad estructural del edificio, así como diseñar la propuesta de reforzamiento, elaborar los planos estructurales  y realizar la inspección estructural de la obra con el fin de aumentar el factor de seguridad ante la respuesta sísmica que es exigida actualmente por el Código Sísmico de Costa Rica.

Ahora que nos referimos a la etapa final de este trabajo, los objetivos de reforzamiento se habían enfocado en salvar al máximo posible el imponente lucernario que posee en su interior. Originalmente, este contaba con una especie de vidrio block antiguo. Debido al estado de las piezas y las probabilidades de desplazamiento, por máximas razones de seguridad fue necesario reemplazar un porcentaje de ellas.

Al mismo tiempo, durante la labor se determina que las viguetas de concreto que las soportaban, las cuales estaban apoyadas en marcos de concreto reticulares, presentaban oxidación. Esta corrosión aumentaba el diámetro de los refuerzos de acero y a su vez inducía a un desplazamiento no adecuado con el concreto.

Se procede a realizar pruebas de resistencia del concreto existente, así como pruebas para determinar la ubicación y diámetro del acero de refuerzo en vigas. “Lo importante era no tener como opción la demolición del lucernario, pues resulta un acento interno del lenguaje arquitectónico del edificio, por esta razón se refuerzan ambos puntos analizados”, explica el ingeniero a cargo y socio José Luis Campos A.

Como él mismo lo detalla, durante todo el proceso, que se llevó alrededor de un año, lo minucioso del proyecto era un desafío constante. “Aplicar el reforzamiento estructural necesario a un edificio patrimonial nos exigía mantener mucho de la obra original preservada, el campo de acción presenta todo un panorama distinto al usual en cualquier obra de reforzamiento anterior”, comenta Campos.

Erradicar el nivel de deterioro mientras se comulga con los elementos estéticos de una arquitectura tan simbólica, exige también una planificación y control estricto y eficaz para no generar reprocesos que implicaban más tiempo e inversión del cliente.

“El éxito de la metodología está estrechamente relacionada con la capacidad de diálogo interdisciplinario. Conocíamos de antemano y en todo momento, por ejemplo; que las fachadas debían quedar intactas, mientras a nivel interno debía mejorarse la estructura sin sacrificar elementos como escaleras, pisos y elementos decorativos”, explica Campos.

A nivel interno los retos consistían en el encamisado de columnas existentes, en los cuales se debía preservar el acabado curvo de las esquinas que tenían las columnas originales; así como la adición de muros de corte estructurales en lugares estratégicos para lograr la mejor distribución de cargas sísmicas, y disminuir al máximo la torsión en planta que presentaba el edificio en su estado original. Los cimientos fueron otro reto a nivel de intervención, ya que se generaron diversos detalles de reforzamiento que debían contemplar no poner en riesgo la estabilidad estructural del edificio durante la construcción.

La capacidad de adaptar la intervención estructural acorde con los limitantes de conservación, exigían que todo plan y diseño plasmara una medida realista, segura y adaptable. Un proyecto que exigió una capacidad al detalle que garantizara trazabilidad a todos los equipos de trabajo.

Guidi Estructurales (Mariana Sáenz Mora)